En la puerta de la remontada. Quizá porque esta vez el corazón no alcanzó. O sí, pero faltó un latido más. Una puntada final, aunque quede el consuelo de que tranquilamente los tres puntos pudieron viajar a Boedo. En el Quinquela Martín, San Lorenzo jugó un buen partido ante Boca, pero cayó en el tie-break y no pudo sumar su cuarto triunfo en la Copa Metropolitana.
El conjunto dirigido por Benavídez reaccionó a tiempo: cayó los dos primeros sets por 25-23 y 25-20, pero en el tercero empezó a afilar la parte ofensiva, quizá su principal falencia en el encuentro, y a rematar cada oportunidad que tenía en la red para llevárselo por 25-22. El cuarto capítulo fue no apto para cardíacos, pero el Ciclón triunfó por 26-24 y forzó un tie-break. Allí Boca fue el protagonista: se lució al principio, sacó una diferencia irremontable y a San Lorenzo no le quedó margen para ir por más. La chapa quedó 15-7 y la historia 3-2 en favor de los Xeneizes.
En la próxima fecha el Ciclón recibirá a Estudiantil Porteño con el objetivo de volver al triunfo y seguir en el camino por defender la corona de la Copa Metropolitana. ¡Vamos, Ciclón! ¡A no quedarse!