Firme. Con autoridad e inteligencia. Sin estridencias. Así jugó San Lorenzo en la ida de octavos de final de la Copa Libertadores, ante Emelec, en Guayaquil. Y así, también, habló el capitán Nicolás Blandi tras un triunfo que deja a San Lorenzo bien parado para la revancha que se jugará el 10 de agosto en el Nuevo Gasómetro.
"Fue un partido muy duro, sabíamos que iba a ser así, quizá nos faltó estar más finos en el último pase, pero es importante haber convertido de visitantes. No hay que confiarse porque la serie queda abierta, pero nos favorece: es un gran resultado el que nos llevamos", analizó el goleador, quien además explicó: "El rendimiento del equipo está siempre por encima de cualquier individualidad".