San Lorenzo llegaba a Remedios de Escalada poniendo en juego mucho más que tres puntos: el Ciclón, con puntaje ideal, chocaba ante Talleres que marchaba como escolta y quería descontar la diferencia de puntos. Desde la previa, un partidazo. Y en lo papeles no cumplió.
Arrancó el partido, y todo era lucha, fricción y poco juego, hasta que la pelota cayó en los pies de Pipo Gorosito que metió un pase quirúrgico para Filomeno, quien reventó el palo y en el rebote Brizuela la empujó para el primero del encuentro. Pero eso no era todo, sobre el final del primer tiempo Talleres igualaba el trámite y dejaba el suspenso para la segunda mitad.
El segundo tiempo era un espejo del primero: había que luchar, porque al Ciclón le costaba desarrollar su juego ante una presión asfixiante del rival. El arte de correr y meter, dicen algunos. Hasta que volvió aparecer la cuota goleadora de San Lorenzo: primero Filomeno volvía a poner al equipo en ventaja desde los 12 pasos, después, Coria a lo goleador, corrió, luchó, metió y definió para el 3-1. Casi sobre el pitazo final, la T descontó otra vez, pero el triunfo ya viajaba a Boedo. Tres puntos y ocho victorias en ocho partidos. Para sacarse el sombrero.
San Lorenzo continúa puntero a siete unidades del segundo, River Plate, pero mañana Temperley enfrenta a Belgrano y, si gana, se puede poner a cinco puntos. En la próxima fecha, el equipo dirigido por el Beto Ortega Sánchez enfrentará a Platense en Ciudad Deportiva.
El once inicial fue: Monasterio; Gaitán, Benito, Duró, Navarro; Brizuela, Molares; Yoder, Paruolo, Gorosito y Filomeno.